Sin ninguna duda, para cualquier conductor será más entretenido decidir qué coche se compra que estudiar qué seguro le conviene más a su nuevo vehículo. Sin embargo, una cosa va ligada a la otra, y es que si el usuario no acierta en la contratación de su seguro de coche, puede perder mucho dinero en caso de sufrir un siniestro.
Más allá de las particularidades de cada uno, que van desde la capacidad económica de cada conductor hasta el tipo de vehículo que ha adquirido, existen algunas coberturas que consideramos esenciales para cualquier coche nuevo y que pasamos a detallar.
1. Asistencia en viaje
La asistencia en viaje es una cobertura que incorporan la gran mayoría de seguros de coches a Terceros Básico junto a la Responsabilidad Civil Obligatoria (la única cobertura de obligada contratación según la Ley).
Si está incluida en el Terceros Básico de la mayoría de aseguradoras es porque el hecho de atender a su cliente cuando una avería, o cualquier otra circunstancia, impide que el coche pueda seguir circulando, está en la naturaleza de cualquier seguro de coche. No obstante, este servicio de asistencia será más o menos completo en función de cada compañía.
Hay que tener en cuenta que la Asistencia en viaje presta servicio por un lado al vehículo y, por otro, a la persona. En el caso de la persona se ocupará, por ejemplo, de proporcionar un medio de transporte alternativo para que el cliente pueda llegar a su destino después de sufrir un accidente/avería. Sin embargo, algunas compañías proporcionarán este servicio desde el kilómetro 0 (desde el mismo domicilio declarado en la póliza), pero otras lo harán desde el kilómetro 15 y otras desde el 25. Del mismo modo, puede suceder que la asistencia en viaje se preste desde el kilómetro 0 en caso de accidente pero desde el kilómetro X en caso de avería.
En el caso del vehículo, aunque la práctica totalidad de las compañías de seguros contemplan la asistencia desde el kilómetro 0, este servicio puede limitarse al remolque del automóvil y no cubrir incidencias más comunes que evitarían el traslado del vehículo como la falta de combustible, el pinchazo de un neumático, la pérdida de llaves o la batería descargada. Con respecto a este último punto, puede darse el caso de que alguna aseguradora incluya la asistencia en viaje desde el kilómetro 0,5, de forma que no estarías cubierto si, por ejemplo, te dejas las luces encendidas por la noche y, cuando vas a arrancar el vehículo por la mañana, no tiene batería.
Por último, en caso de sufrir una avería o accidente que requiera dejar el coche en el taller durante varios días, es conveniente saber si la cobertura de asistencia en viaje incluye el vehículo de sustitución. Al tratarse de un servicio muy caro para las compañías, casi ninguna lo incluye en su póliza básica, si bien es posible contratarlo pagando un pequeño sobrecoste.
2. Cobertura contra Robo
Tu coche es nuevo, y por tanto puede ser bastante goloso para los «cacos». Por supuesto, cuanto mejor (o más caro) haya sido el coche, más riesgo habrá de que sufras un posible robo. Y no hablamos solo de que se lleven el coche, que también, sino de que puedan abrirlo y llevarse algunos de sus accesorios, como el equipo de radio; o de que te roben las ruedas; o, incluso, de que estés cubierto ante un eventual robo o intento de robo, que haya ocasionado desperfectos en la carrocería o la tapicería.
Lo cierto es que es más habitual el robo de un vehículo nuevo que el de uno antiguo, por lo que incluir esta cobertura en el seguro de tu coche nuevo será una decisión inteligente, más teniendo en cuenta que no supone un incremento importante en el precio final de la póliza.
A partir de ahí, cuando realices la comparativa de seguros, presta especial atención a los servicios que ofrece esta cobertura. Por ejemplo, la práctica totalidad de las compañías cubrirán los daños del vehículo por robo o intento de robo. Sin embargo, en el caso de siniestro total (robo total del vehículo), y aunque la mayoría de aseguradoras ofrecerán el valor de nuevo durante los primeros dos años, es posible que alguna indemnice con el valor venal (inferior) desde el primer momento o el segundo año. Asimismo, un aspecto importante a comprobar es si el servicio incluye la cobertura de los accesorios no de serie, pues muchas veces estos deberán ir detallados en la póliza y su cobertura supondrá un aumento del precio de la misma.
3. Cobertura contra Incendio
En este caso, al contrario que en el Robo, el hecho de ser un coche nuevo no incurre en un mayor riesgo de siniestro. Sin embargo, su contratación es igual de conveniente ya que el dinero a recuperar en caso de sufrir el siniestro es mucho más importante que el leve incremento de precio que supone incluir la cobertura en la póliza.
Esto quiere decir que, en la gran mayoría de casos, al tratarse de un vehículo nuevo, la aseguradora te indemnizará por valor de nuevo en caso de daños parciales o totales. De no tener esta cobertura contratada, si tienes el infortunio de que tu coche se vea afectado por un incendio sin un tercero que asuma la culpa, tu aseguradora no se responsabilizará y deberás asumir los costes de reparación por ti mismo.
De nuevo, debes tener en cuenta que aunque hayas contratado la cobertura, muchas compañías no cubrirán los accesorios no de serie que no hayan sido declarados específicamente a la hora de contratar el seguro.
4. Cobertura de Lunas
Junto a Robo e Incendio, Lunas es la cobertura que complementa a la RC y la Asistencia en Viaje en losseguros a Terceros Ampliado. Nuevamente, su relación calidad/precio la convierte en una de las coberturas esenciales para un vehículo nuevo, ya que su coste es muy bajo y, en cambio, permitirá que la aseguradora abone la indemnización por daños ocasionados en parabrisas, ventanillas laterales y luna trasera.
Asimismo, esta cobertura incluye la mano de obra del taller y, en la práctica totalidad de casos, los daños en techo solar si se trata de un elemento de serie del automóvil.
5. Daños propios
Ya sabes que la cobertura de Daños propios es sinónimo de Seguro a Todo Riesgo, que a su vez suele ser antónimo de seguro de coche barato. Partiendo de esta premisa, en el caso de un coche nuevo, lo barato puede salir caro.
Efectivamente, al contrario que en el caso de Lunas, Incendio y Robo, incluir los Daños propios en la póliza sí supone un incremento importante en el precio de la misma. Además, debes tener en cuenta que esta cobertura hace frente a daños del vehículo que no sean imputables a otra cobertura, por lo que si has sufrido daños en tu coche relacionados con un incendio, un robo o una rotura de lunas, éstos ya estarían cubiertos aun sin tener un seguro a todo riesgo. Entonces, ¿por qué contratar Daños propios?
Auque te consideres un buen conductor, eventualmente puedes sufrir un accidente en el que tú seas culpable y solo esta cobertura haría frente a los gastos de reparación. Además, en caso de siniestro total, al tratarse de un vehículo nuevo, prácticamente todas las aseguradoras te indemnizarían por valor de nuevo el primer año y muchas de ellas también durante el segundo.
Por otro lado, si quieres ahorrar dinero en el seguro a Todo Riesgo, puedes incluir una franquicia, lo que disminuirá el precio de la póliza pero te obligará a hacer frente a una parte de la reparación. Eso sí, si lo haces, recuerda que muchas aseguradoras dividen el vehículo en cinco partes: frontal, trasero, izquierdo, derecho y techo. Asegúrate de que tu franquicia de 150 euros (ó 300, ó 400) te obliga a pagar 150 euros en total, no 150 euros por cada parte en el caso de que la colisión haya dañado varios laterales de tu vehículo.