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Recta final «fin de campaña»
Por la contratación de una póliza de vida riesgo, puedes disfrutar de uno de estos magníficos regalos, no dudes en ponerte en contacto con nosotros y consultar las bases de esta campaña.
Sólo por informarte recibirás de regalo
un forro de cuello convertible en gorro (hasta fin de existencias)
Promoción válida hasta el 31 de Junio de 2016
Campaña Vida Riesgo 2016
Qué es el nexo causal y su importancia en las reclamaciones al seguro
Tal vez conozcas algún caso de personas a las que se las ha negado una indemnización o han perdido un litigio a cuenta del nexo causal.
El nexo causal es la relación entre la acción que determina un daño o la omisión de la acción y el daño propiamente dicho. En otras palabras, el nexo causal es una relación causa-efecto que permite establecer los hechos susceptibles de ser considerados determinantes del daño y cuál de ello es el que ocasionó el perjuicio tangible. Esta relación de causalidad es imprescindible para reclamar los daños causados al autor o responsable.
Si sufres un accidente en la calle por el mal estado del pavimento o tienes un accidente con el coche tienes que acudir inmediatamente al médico o solicitar asistencia sanitaria. Si, por ejemplo, te caes en la calle y te fracturas el brazo el nexo causal es, la relación entre la caída y la fractura y, por lo tanto, se genera una responsabilidad civil que puedes reclamar. Lo mismo ocurre si estás parado en un semáforo y, al darte un coche por detrás, sufres un lesión cervical. En este caso, el nexo causal es la relación entre la colisión y la lesión cervical. Pero si esperas a acudir al médico, se puede alegar que otra ha sido la causa del problema y perder así el nexo causal que justifica tu reclamación.
Pero, ¿qué pasa si en la valoración médica inicial no ven nada y unos días más tarde surge una complicación? En este caso en el que se ha roto el nexo causal podrías reclamar por negligencia. De ahí la importancia de guardar todos los documentos y contar con la mayor cantidad de papeles posibles que verifiquen tanto el accidente como la asistencia sanitaria y, por supuesto, de insistir en que te hagan todas las pruebas diagnósticas que sean necesarias.
Circunstancias exonerantes
Aun habiendo nexo causal, hay dos circunstancias que exoneran de responsablidad civil al causante del daño, que son la fuerza mayor y el caso fortuito. Estos dos principios han dado mucho juego en material legal, prinero, en lo que se refiere a la definición de los términos y, segundo, porque si se consiguen demostrar o se crea un duda razonable, tanto la jurisprudencia como la doctrina legal coinciden en admitir la falta de responsabilidad civil del causante del daño si se trata de un caso fortuito o de fuerza mayor aunque haya un nexo causal.
Vamos, que como no te andes con ojo, hay muchos casos en los que eso de “el que hizo la ley hizo la trampa” se puede cumplir fácilmente.
Casos de ruptura del nexo causal de las que es responsable el afectado
Pueden ser muchas las causas de ruptura del nexo causal y que, por lo tanto, pueden provocar que el afectado pierda derecho a indemnización.
Una de ellas ya la hemos mencionado, que es no solicitar inmediatamente asistencia médica y, si es posible, en el lugar del accidente. Pero hay otras muchas circunstancias.
Por ejemplo, la interrupción de un tratamiento prescrito por el facultativo también puede dar lugar a la ruptura del nexo causal. Si el afectado debe acudir a una serie de revisiones, tomar determinados medicamentos o asistir a determinadas terapias u otras circunstancias y no lo hace, se puede entender que cualquier complicación o no mejora es por su responsabilidad, por lo que se perdería el nexo causal y todo lo que ello implique.
También se puede romper el nexo causal si se demuestra una negligencia por parte del afectado, como, por ejemplo, que transitaba por un lugar prohibido o de manera inadecuada.
Dudas frecuentes al contratar un seguro de vida
Contratar un seguro de vida puede ser una de las decisiones más importantes. Basta mirar la situación de la viudedad en España para saberlo. Un seguro de vida es garantía de futuro para la familia: tranquilidad para el asegurador y apoyo para los beneficiarios. Tener un seguro de vida puede significar la continuación de los estudios de los hijos, el mantenimiento del estilo de vida de la familia, entre otras muchas cosas.
Los seguros de vida garantizan a una persona, en caso de fallecimiento o invalidez, resarcimiento económico a sus familiares directos o beneficiarios elegidos por él, por el monto correspondiente a determinado capital asegurado.
Hoy queremos hablar de dudas frecuentes al contratar un seguro de vida que se suelen presentar; porque al ser un producto tan importante y complejo, suelen surgir muchas. Aquí estamos nosotros para contestar y apoyaros en su resolución.
- No es obligatorio contratar un seguro de vida al optar por un crédito hipotecario. Eso sí, sería aconsejable hacerlo a fin de evitar que ante vuestra ausencia o imposibilidad de trabajar los pagos resulten luego cuesta arriba o un problema sin solución para vuestros familiares. Ninguna entidad financiera puede obligaros a contratarlo y, de hecho, nosotros no recomendamos que contratéis un seguro de vida con el banco.
- En caso de siniestro, la indemnización será recibida por los beneficiarios establecidos en el contrato de la póliza por el tomador del seguro. Si no hay un beneficiario en el contrato, el capital pasará a ser parte del capital de asegurado y pasará a ser manejado como parte de su herencia. Aquí te contamos quién puede ser beneficiario de un seguro de vida.
- Es posible modificar la designación de los beneficiarios en la póliza cuantas veces se desee, siempre y cuando se comunique a la compañía debidamente.
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Recuerda leer los mitos y realidades sobre el seguro de vida.
- En caso de contraer alguna enfermedad durante el primer año del seguro, la compañía tiene la facultad y podría rescindir el contrato. Si esto ocurre pasado el primer año, ya no es posible anularlo, salvo que se pueda demostrar mala fe por parte del usuario.
- Para complementar el punto anterior: siempre hay que garantizar sinceridad y honestidad en la declaración de salud que precede el contrato de seguro.
Contratar un seguro de vida es un compromiso complejo y a largo plazo; por esa razón, es normal experimentar cierto nerviosismo al adquirir la póliza. La mejor garantía de tranquilidad es contar con un asesor de seguros que vele por vuestros intereses, resuelva vuestras dudas particulares, busque las mejores opciones para cada caso y revise con vosotros las letras pequeñas. Revisar el contrato en conjunto es clave.
¿Tenéis más dudas? Estamos para ayudar a responderlas todas. Podéis contactarnos para hablar de seguros de vida y contratar vuestra póliza.
Os recordamos que tenemos una nueva campaña de vida riesgo, la cual sólo por informaros ya os hace un regalo! No os la perdáis!